P(A)T acerca la perspectiva de las víctimas de los siniestros viales para los alumnos de la modalidad de “Motoristas” y “Atestados” de la Agrupación de Tráfico de Guardia Civil
"Si esto puede ayudarles en su trabajo y también a las futuras víctimas mientras trabajamos en el objetivo cero, habrá merecido la pena", aseguró en Mérida el presidente de P(A)T, Vicente Sánchez
Nuestro Presidente Vicente Sánchez P(A)T viajó a la Escuela de Tráfico de la Guardia Civil en Mérida para transmitir «la realidad de lo que van a vivir en su día a día», lo que supone un siniestro vial para la vida de la persona que lo sufre en primer término y para toda la familia y amigos que se convierten en víctimas indirectas de la noche a la mañana.
60 guardias civiles supieron lo importantes que son a la hora de realizar un atestado. Porque lo que ellos escriban, los datos que recaben y los testimonios que consigan, van a ser leídos por el juez y ayudarán a la sentencia que se dicte, a que se haga justicia y a que las víctimas tengan sus derechos.
Por eso Vicente les adelanta que «muchas veces son ellos los primeros que llegan a un siniestro vial y, aunque muchas veces la gente les obligan de alguna forma a abrir el tráfico cuanto antes, que no lo hagan, que no sucumban al estrés y no dejen escapar ningún testigo, que apunten todo con la mayor exactitud, pues cada detalle cuenta. La vida de la víctima está en sus manos y en ese momento es más importante que que otros lleguen tarde».
Y si esa parte es difícil, la más dura sin duda es cómo y de qué manera dar la mala noticia. ¿Cómo puede afectar al duelo posterior el trabajo realizado por la Guardia Civil en una situación así? Desde P(A)T creemos que una buena primera intervención es crucial para intentar sobrellevar una tragedia tan abrupta y dolorosa. Por lo que la formaciones como esta de la Agrupación de Tráfico es de vital importancia. «Se van a encontrar respuesta de todos los colores, tienen que tener mucha calma y acompañar a la persona, no pueden dejarla sola y tienen que hacer un seguimiento después de esta terrible noticia para que se sienta protegida», explicaba Vicente añadiendo que «es muy complicado este trabajo en el que van a estar alrededor de la muerte todos los días».
Además, nuestro Presidente también alude a los controles de alcoholemia y drogas: «se van a encontrar con personas muy difíciles de aguantar debido a su estado psicofísico», afirma. Pero su calma y su trabajo hará que al pararlos en ese estado no pierdan vida y, muy posiblemente, tampoco la vida de cualquier persona que se hubiera cruzado con ellos. Por lo tanto, «su trabajo es arduo, pero también muy bonito, porque no hay nada mejor que salvar vidas».
Estas jornadas son muy emotivas tanto para el que las da, como es el caso de Vicente, como para los que la reciben. Algunos, nos cuenta Vicente, incluso tienen que abandonar la sala emocionados, pero «si esto puede ayudarles en su trabajo y también a las futuras víctimas mientras trabajamos en el objetivo cero, habrá merecido la pena».