Diferentes estudios explican que entre el 80% y el 90% de las víctimas de tráfico se sienten maltratadas por la justicia

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Diferentes estudios explican que entre el 80% y el 90% de las víctimas de tráfico se sienten maltratadas por la justicia

"P(A)T, Prevención de (Accidentes) de Tráfico, presenta en Fiscalía General del Estado la "Guía de buenas prácticas para la atención a las víctimas de siniestros de tráfico en las Instituciones de Justicia"

El Vicepresidente de P(A)T, Prevención de (Accidentes) de Tráfico, Joan Puig-Pey, y el Director de la cátedra de ética aplicada de la Universidad Ramón Llul, Francesc Torralba, presentaron la «Guía de buenas prácticas para la atención a las víctimas de siniestros de tráfico en las Instituciones de Justicia» en el marco de unas Jornadas de Expertos en Seguridad Vial ocurrido en la Fiscalía General del Estado en Madrid, donde también estuvo presente la Fiscal de Seguridad Vial delegada de Cataluña, Isabel López Riera.

 

Diferentes estudios explican que entre el 80% y el 90% de las víctimas de tráfico se sienten maltratadas por la justicia, lo que supone una doble victimización, primero por el suceso en sí mismo y posteriormente por la dureza del proceso judicial. Por eso esta esta guía fundamental. Desde su análisis se aboga por mejorar la atención a las víctimas de siniestros viales teniendo objetivo que los operadores judiciales humanicen los procesos sin perder la técnica y el rigor, ya que están tratando con personas que se encuentran en un momento unas altas necesidades emocionales. Se reivindica el respeto, la empatía, y un trato humano y digno, cuidadoso y sensible hacia cada una de las víctimas.

 

Ponencia telemática del Director de la cátedra de ética aplicada de la Universidad Ramón Llul, Francesc Torralba.

«Reivindicamos el respeto, la empatía, y un trato humano y digno, cuidadoso y sensible hacia cada una de las víctimas de siniestros de tráfico y de violencia vial. Con este objetivo presentamos esta Guía de Buenas Prácticas», desarrolla Francesc Torralba i Roselló.

 

La guía tiene 30 puntos entre los que se pide más información y apoyo especializado a las víctimas. Hay que tener en cuenta el carácter repentino de este suceso supone una incertidumbre, desesperanza y que en la mayoría de ocasiones las víctimas no tienen el conocimiento necesario para entender la situación. Es por ello que también se solicita que las víctimas sean siempre escuchadas y atendidas dignamente por profesionales competentes y especializados que expliquen de manera clara los procedimientos administrativos y judiciales que están atravesando para poder entender la situación.

 

Por otro lado se solicita también una reducción en los tiempos necesitados para el proceso judicial sin perder su rigor, puesto que ese excesivo tiempo perjudica a la víctima que se ve inmersa en una continua regresión en la elaboración del duelo. Sin olvidar que es necesario que las entidades aseguradoras se corresponsabilicen dentro de su competencia en todo aquello que pueda minimizar o evitar sufrimiento o tratos indebido hacia las víctimas.

 

En definitiva, los siniestros de tráfico provocan secuelas físicas y psíquicas graves, prolongadas e incluso permanentes en las personas supervivientes directamente implicadas y/o en sus familiares. En este sentido, el trato dispensado por parte de los y las profesionales de la justicia puede contribuir, ni que sea indirectamente, a mejorar la situación de las víctimas, o como mínimo, a no empeorarla y facilitar el duelo.

 

Vicepresidente de P(A)T, Prevención de (Accidentes) de Tráfico, Joan Puig-Pey.

«Existencialmente, la víctima siente su finitud, la herida de la muerte. De los operadores de justicia, presentes en una etapa del duelo, espera un acompañamiento humanitario», explica Joan Puig-Pey.

 

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