22 de Febrero DIA EUROPEO DE LAS VÍCTIMAS DE DELITO

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22 de Febrero DIA EUROPEO DE LAS VÍCTIMAS DE DELITO

En el DÍA EUROPEO DE LA VÍCTIMA DE DELITO queremos recordar que las víctimas de tráfico también son víctimas del delito y que la violencia vial puede provocar muertes y heridos graves con secuelas de por vida.

En los 33 años transcurridos desde el primer Día Europeo de las Víctimas del Delito, hemos visto muchos progresos en la mejora a la atención a las víctimas de tráfico, especialmente en Catalunya con los servicios SIAVT y INVICTES que depende del Servei Català de Trànsit

Sin embargo, después de 20 años de legislación de la UE, las víctimas aún no pueden ejercer plenamente sus derechos. En concreto en España – y según datos oficiales del Congreso de los Diputados –  en 2021 solo 45 víctimas de tráfico fueron atendidas por la oficina de víctimas de delito (ver imagen adjunta). Uno de los motivos es el no reconocimiento como víctimas de delito a las víctimas de tráfico, aun siendo en la mayoría de ocasiones consecuencia de agresiones contra la Seguridad Vial, fruto de conductas ilícitas, imprudentes e ilegales. 

No reconocer la pérdida y el sufrimiento que padecen las víctimas de tráfico por parte de la sociedad, el Estado y el sistema judicial puede llevar a una victimización secundaria, acentuando y cronificando su angustia y prolongando su dolor innecesariamente.

Es por ello que hemos solicitado a los Parlamentarios europeos que en actualización de la directiva que se va a debatir en el Parlamento Europeo, se tenga en cuenta a las víctimas de tráfico. La campaña #VictimasInvisibles pretende dar visibilidad a las víctimas de tráfico y para ello también hemos iniciado una petición en change.org 

Mi hermana fue asesinada por un conductor que se dio a la fuga. Cuando eres víctima de un siniestro vial, tu vida, tus valores y seguridad se ven completamente sacudidos. La justicia y la verdad son pilares fundamentales para que muchas víctimas se reconstruyan. Sin embargo, el enfoque actual del sistema de justicia es incomprensible para las víctimas. Tenemos prioridades y necesidades diferentes y por eso ofrecer una atención eficiente es muy complejo. El riesgo de que las víctimas perjudicadas por la violencia vial se sientan no escuchadas, incomprendidas y revictimizadas es real”. Víctima de tráfico.

Yolanda Domenech, directora de P(A)T comentó que: “… en mi experiencia profesional a lo largo de todos estos años he escuchado el testimonios de cientos de víctimas de tráfico y la mayoría coincide en apuntar que su experiencia con el sistema de justicia penal fue como un segundo accidente, con consecuencias nefastas para su vida. Actualmente la justicia genera una traumatización secundaria que deja desamparadas a las víctimas de tráfico, con una gran sensación de abandono y de injusticia. Necesitamos un sistema judicial que proteja a las víctimas de tráfico, garantice una información veraz y objetiva y atienda sus necesidades  en un momento de gran vulnerabilidad y desorientación”.

 

ARGUMENTOS EN APOYO A NUESTRAS PETICIONES

 

  1. Las víctimas de tráfico también son víctimas de delito

En España  solo el 2% de las víctimas de tráfico han sido amparadas por el Estatuto de la Víctima de delito. Uno de los motivos es el no reconocimiento como víctimas penales a las víctimas de tráfico, aun siendo en la mayoría de ocasiones consecuencia de agresiones contra la Seguridad Vial, fruto de conductas ilícitas, imprudentes e ilegales. 

 

  1. No deben existir categorías de víctimas

Las víctimas deben tener igual trato, independientemente de cuál sea el motivo delictivo por el que han sido dañados. Si una persona fallece o resulta gravemente herida, no debe haber diferencia si ha sido a causa de un acto terrorista, un disparo, una pelea o un siniestro de tráfico.

También el impacto emocional en las familias es igual independientemente de la causa que haya motivado las lesiones.

 

  1. No son accidentes, es violencia vial

Sabemos que la mayoría de siniestros de tráfico son evitables y que muchos son fruto de imprudencias tales como exceso de velocidad, alcoholemias, distracciones, etc conductas contempladas en el Código Penal. 

Además los datos muestran que no son hechos aislados. Vemos por ejemplo que en 2021 en España ha habido más de 140.000 heridos de diversa consideración en siniestros de tráfico, por lo que se trata de un problema estructural y nuestra conclusión es que hay mucha agresividad en la movilidad.

Estos datos nos permiten hablar con toda autoridad de violencia vial. Una violencia no reconocida por la sociedad y que requiere por parte de las administraciones de una acción integral en cuanto a prevención, protección y atención a las víctimas.

Más allá de los datos no registrados en las estadísticas, éstas nunca son reales ya que no dan la dimensión real del problema. Sabemos que unas 4 personas del entorno de la víctima de siniestros con resultado de muerte o de lesiones con secuelas de por vida, van a ver afectada su vida de forma importante. El alcance de las consecuencias de los siniestros de tráfico es aún mayor del oficialmente reconocido, por lo que no se trata de un problema menor.

 

  1. Invisivilizar a las víctimas, puede retraumatizarlas:

No reconocer la pérdida y el sufrimiento que padecen las víctimas de tráfico por parte de la sociedad, el Estado y el sistema judicial, puede llevar a una victimización secundaria, acentuando y cronificando su angustia.

 

Tras una experiencia traumática, como es un siniestro de tráfico, es necesario garantizar una respuesta post-accidente integral y adecuada que comprenda:

– investigación del siniestro con estándares mínimos garantizados

– justicia penal y civil para las víctimas y amparo del Estatuto de la víctima

– atención médica, psicológica y social adecuada

Todo ello será posible si existe el reconocimiento por parte de las instituciones y la justicia.

 

  1. La nueva Directiva y el Estatuto de la víctima deben amparar a las víctimas de tráfico:

Los siniestros de tráfico son actos violentos, ante los que ni se puede ni se debe dar la espalda a las víctimas, tiene que haber una respuesta por parte de las instituciones y de la sociedad en su conjunto y el Estatuto de la víctima es una parte de esa respuesta, así como la justicia.

La resiliencia es la capacidad del ser humano para afrontar experiencias traumáticas y extraer un beneficio de las mismas, entendido como aprendizaje vital. Sabemos que el ser humano es capaz de resistir y rehacerse ante las adversidades de la vida, pero la sociedad debe ofrecer todas las garantías para que ello sea posible, por eso pedimos que el Estatuto de la víctima del delito proteja y ampare también a las víctimas de tráfico y un paso importante sería que la nueva Directiva las incluyera como un colectivo a proteger.

 

Con la próxima revisión de la Directiva de derechos de las víctimas de 2012, la legislación de la UE que rige los derechos y servicios para todas las víctimas de delitos, 2023 nos presenta la oportunidad de marcar realmente una diferencia en la vida de las víctimas de tráfico.